La hortensia es una de mis flores favoritas. Me cuesta mucho no incorporarla a mis arreglos. Y si no es la hortensia, suelo usar los brotes de hortensias para aportar un aspecto más verde al ramo.
Crecí viéndolas agolpadas en las cunetas, adosadas a los muros de las casas, en mi tierra, Galicia. En el norte de España encuentran la humedad perfecta para crecer a su antojo, alcanzando unos tamaños de locura.
Pero cuando las alejas de climas húmedos sufren y, a veces, nos sorprenden apareciendo en el jarrón mustias, casi muertas. Pero no desesperes, aunque no lo creas, puedes recuperarlas. Antes de contarte cómo hacerlo y mantenerla perfecta, algunos datos de interés sobre ella.
La hortensia es un arbusto, de ahí su tallo tan grueso, de tipo leñoso. Nacen en primavera y verano y, como habrás visto, hay una amplia variedad de especies y colores.
El color de las hortensias viene dado por el ph del suelo y la presencia de metales en él. Así, pueden ser blancas, rosas, azules o moradas. A mayor acidez del suelo, más azules y más intensas y a menor acidez, más blancas o rosadas.
También se pueden lograr hortensias más oscuras, las que han llamado Magical Four Seasons, con tonos más otoñales, más románticos. Son hortensias que van cambiando de color según avanzan las estaciones, de tal manera que muestran en sus hojas la transición de tonos. Esta es, sin duda, la hortensia más fascinante y a mí la que últimamente más me enamora.
5 Tips para Mantener y Recuperar tus Hortensias:
1. Cuando vayas a incorporar la hortensia al agua, haz un corte oblicuo en su tallo y un corte en x en la base con un cuchillo de floristería. Así la superficie por donde se va a hidratar será mayor. El tallo leñoso necesita mucha agua. Además, evitarás que si el tallo toca la base del jarrón se selle y el agua no entre. No demores más de 40 segundos entre el corte y la inmersión en el agua. Esto último, para todas las flores.
2. No conserves muchas hojas de la hortensia. La hoja es la primera parte de la flor que absorberá el agua que viene del tallo, así que cuantas más hojas, menos agua llegará a la flor.
3. La hortensia es de las pocas flores que además se hidrata por las hojas, más concretamente por sus botones. Así que agradecerá que rocíes agua sobre ella cada dos días (todos los días si el ambiente es muy seco) al tiempo que cortas un dedito de tallo con cada cambio de agua. Así recrearás el estado de humedad que tanto le gusta.
4. Si ves que el estado de la hortensia es de gravedad, sumérgela por la cabeza en un cuenco con agua durante media hora. Tras este tiempo, sacúdela para eliminar el exceso de agua de sus hojas, corta un dedo del tallo (recuerda hacerlo siempre de forma oblícua) e incorpórala al arreglo. Después sólo queda esperar y verás cómo se recupera.
5. Recuerda ir eliminando las hojitas que se vayan quedando marrones, pues estas contaminan a las que estén más cerca.
Siguiendo estos consejos verás cómo, a lo largo de las siguientes horas, de forma sorprendente, tus hortensias van recomponiéndose, adquiriendo volumen y un aspecto crujiente casi mágico.
Espero que con estos consejos logres mantener hermosas tus hortensias y resucitarlas, si es que en algún momento lo necesitan.